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Una entrevista poco peculiar en Imagina Soluciones Web

Una entrevista poco peculiar en Imagina Soluciones Web

21 May, 2020 | 0


Antes de entrar a Imagina Soluciones Web me encontraba en una situación peculiar con la vida, buscando un rumbo nuevo o un camino que me sintiera cómoda para continuar con mis proyectos. 

 

Recuerdo que estaba ansiosa, nerviosa y hasta un poco negativa en relación a la entrevista de trabajo de un día de enero, recordando como meses anteriores había sido rechazada por otras empresas, tal vez mi edad, mi hoja de vida o la forma como me expresaba no era la más adecuada, llegué a pensar. 

Así que vestida de negro, con un maquillaje simple pero atractivo y mi cabello organizado me encontraba sentada en la oficina de Imagina. Todos estaban en silencio, trabajando y concentrados. Pero, para quitarme un poco la ansiedad empecé a conversar con el chico de la “recepción”, aspecto que me dejó perpleja al saber más adelante que es el mejor amigo del CEO y el líder en soporte.  

Minutos después Mauricio se acercó a mí con su peculiar sonrisa y un poco apenado me preguntó si podía presentarme a las 2:00 de la tarde, cuando escuché eso quedé un poco sorprendida, pero, sin nada más que hacer, acepté. 

 

Me despedí del chico de la “recepción” que más adelante supe su nombre, Danovis, y por supuesto me despedí de Mauricio. Salí de la oficina sin rumbo alguno y con la ansiedad en ascuas.

Cuándo iban a hacer las 2:00 pm se me volvió a subir la adrenalina. Recuerdo que estaba haciendo un calor y me encontraba vestida con un blazer y un leggins formal. ¡Imagínense el calor que tenía!. Al llegar volví a saludar y me volví a sentar. 

Esta vez no esperé mucho, me hicieron seguir al fondo de la oficina y Carlos -Mi jefe directo- se presentó. Le pasé mi curriculum, estaba nerviosa -no lo puedo mentir-, él me preguntó un poco de mi experiencia, mi recorrido personal y profesional, mis expectativas. ¡Las preguntas frecuentes de una entrevista!

Todo iba bien hasta que le dije que podía enviarle al correo mi portafolio de trabajo. Él gustoso afirmó, pero cuando me dictó su correo no escuché bien su apellido, Devia. Así que le pregunté 3 veces como se escribía y con mi cara “poco expresiva” sorprendí a Carlos. 

Sin boletearme más le pasé mi celular para que lo escribiera. No podía creer que mi buena audición me haya fallado en ese momento. ¡Bueno! No sería una verdadera entrevista si no me habría pasado algún tipo de cacharro. 

Al salir de la oficina de reuniones le comentaba que si no quedaba con el puesto estaba predispuesta a colaborar de forma independiente. ¡No me gusta salir de un lugar sin ofrecer lo que hago desde mi área de creación de contenido! Igual, no tenía nada que perder.

Cuando me despedí de todos salí con un hormigueo, estaba feliz, a pesar de no haber comprendido su apellido y haber parecido una sorda. ¡Lo único que me quedaba era el recuerdo! y continuar con mi vida. O eso creí hasta dos semanas después de haber recibido La llamada de Imagina. ¡Este fue el inicio de los siguientes meses llenos de gran expectativa!